Participación y Voto Electrónico

La tendencia actual es una fuerte demanda social de sistemas participativos que permitan realizar votaciones desde dispositivos de movilidad sin necesidad de desplazamientos o trámites burocráticos.

Basándonos en tecnologías de última generación como el blockchain y la criptografía avanzada podemos garantizar las consultas digitales dotando a los procesos de la seguridad óptima para que gocen de la confianza necesaria para su buen desarrollo y que todos los usuarios tengan acceso a los mismos, independientemente de su localización, entorno, circunstancias, etc…

Y con todo ello acercar la toma de decisiones a las personas, humanizando más la sociedad actual, en ámbitos tanto profesionales como colegiales. Procediendo a su vez a fomentar los proceso participativos, en todo tipo de colegios profesionales.

El uso y democratización de los ids electrónicos es un proceso en el que ya nos encontramos y en pocos años veremos cómo se integra en todos y cada uno de los aspectos cotidianos, necesarios para gestiones y tramitaciones.  Unido a la estandarización de métodos de verificación de identidad como el KyC, han permitido avanzar enormemente en los procesos de verificación de identidad.

Los tres pilares fundamentales

las plataformas de voto electrónico deben basarse una plataforma con el potencial de crear grupos y propuestas, debatirlas y votarlas, todo ello bajo 3 premisas fundamentales para garantizar cualquier proceso.

  1. Validación de identidad 100% fiable: Utilizando tanto un método de reconocimiento estándar en banca electrónica KYC (Know your Customer), como el propio DNIe, basado en tecnología NFC, así como otros métodos de validación seguros, como la doble validación. Para que de una manera sencilla pueda ser validada la identidad. También opcionalmente será posible votar en PCs con o sin lector de tarjetas, funcionando como  kiosco de votaciones.

 Todo ello podrá ser configurado por el organizador del proceso, variando en nivel de verificación dependiendo del valor necesario en cada proceso, dependiendo si es vinculante o consultivo.

  1. Voto secreto: Toda la arquitectura de voto electrónico debe estar construida para que el sistema no sea capaz de unir el voto emitido al emisor del mismo, desligándolo desde el mismo momento de la votación, con el fin de garantizar su secreto.
  2. Inmutabilidad de los resultados: Mediante la implantación de tecnología blockchain en los procesos que así lo exigen, se debe garantiza la imposibilidad de alteración de los registros de resultados de las votaciones. Y la posibilidad de consulta del estado del voto emitido, pudiendo consultar que está dentro de la urna digital y será tenido en cuenta en la votación en curso.

A estos 3 pilares, añadimos un 4º que garantiza la seguridad y salvaguarda de los datos.

  1. Seguridad de los datos hospedados: La plataforma cumple con todos los aspectos necesarios para garantizar la seguridad de los datos hospedados cumpliendo las exhaustivas normativas vigentes y cuidando todos los proveedores de servicio para garantizar la seguridad de los mismos

Estos pilares son claves para la realización del voto digital. Un sistema de votación debe de ser lo más garantista posible con el exhaustivo cumplimiento de todos estos aspectos, para avalar al máximo la validez legal y orgánica de las consultas emitidas.

Las plataformas de voto electrónico, además, deberían ir acompañadas de un proceso de consultoría que ayude al Colegio Profesional a articular sus procesos participativos. Cómo, cuándo, para qué, por qué,… vamos a solicitar a nuestros colegiados que participen. Todos los Colegios Profesionales manifiestan la baja participación de los colegiados pero,

¿Hemos definido un proceso de participación?

¿Tenemos las herramientas adecuadas para que esto suceda?

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